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Un acercamiento a la dislexia


Dentro del aula hay niños que muestran una buena capacidad lectora, habilidades para aprender que son dentro del rango normal e incluso dentro del rango sobresaliente. Claro está que no todos los niños aprenden igual y muchas veces existe aquel alumno que muestra dificultades escolares; parece que no le gusta hacer las actividades que se le piden sobre todo si estas actividades incluyen leer, escribir o contestar preguntas de un texto. De igual manera muestran disgusto para realizar problemas de matemáticas y otras materias en donde tenga que llevar a cabo actividades similares. A estos niños se les exige un poco más que sus compañeros propiciándolos al desorden, la angustia y el aborrecimiento, pues no se toma en cuenta que éstos pueden presentar un trastorno de la lectura. Este es el caso de muchos niños que no se les hace un una intervención oportuna provocando que haya un desfase académico sin saber que, dichos factores, son criterios implicados de la dislexia.

Aproximadamente son 25% los niños que presentan este tipo de dificultades de lectura y solamente se les diagnostica a un subgrupo de ellos, muchas veces sin siquiera recibir un tratamiento adecuado (Shaywitz, 1998, en Matute, Ardila y Rosselli, 2010). Pero ¿Qué es la dislexia?

Primeramente, es necesario conocer el trastorno a fondo y conocer los síntomas de este; desarrollar un acercamiento para poder intervenir de manera oportuna haciendo el objetivo del presente artículo poder definir el término de dislexia, conocer los criterios que se encuentran implicados así como las estructuras cerebrales encargadas y los síntomas que se presentan para observar indicadores de riesgo.

El artículo va dirigido a todos aquellos que formen parte de la vida cotidiana del alumno, ya que esto se convierte en un trabajo multidisciplinario.Critchley (1985) propuso que la dislexia es un trastorno que se manifiesta por dificultades para aprender a leer, a pesar de una instrucción convencional, inteligencia adecuada y oportunidad sociocultural. Es importante lo mencionado por este autor ya que actualmente, muchos padres temen a que el niño presente déficit intelectual y no sea capaz de desenvolverse correctamente. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, los alumnos con dislexia son capaces de desarrollar diferentes habilidades en un ambiente propicio al aprendizaje ya que no muestran discapacidad intelectual como tal.

Para comprender mejor el trastorno se hablará de la definición propuesta por la International Dyslexia Association:

“La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje cuyo origen es neurobiológico. Se caracteriza por dificultades en la precisión y/o fluidez en el reconocimiento de las palabras y pobres habilidades ortográficas y de decodificación. Estas dificultades típicamente resultan de un déficit en el componente fonológico del lenguaje que con frecuencia es inesperado en relación a otras habilidades cognitivas y a la instrucción escolar recibida. Dentro de las consecuencias secundarias se incluyen problemas en la comprensión lectora y una experiencia en la lectura reducida que limitan el crecimiento del vocabulario y el manejo de información” (Lyon, Shaywitz y Shawitz, 2003 en en Matute, Ardila y Rosselli, 2010)

Con base en esta definición podemos entender que la dislexia viene de un problema de una incorrecta integración visual de las palabras e inadecuada discriminación de los estímulos auditivos al no poder distinguir los fonemas. De aquí se formulan dos tipos de dislexia: fonológica y espacial, los cuales, en la mayoría de los casos, se presentan en conjunto.

La dislexia fonológica consiste en una alteración en el procesamiento de la información por la ruta fonológica o auditiva (Beauvois y Dérouesné, 1979, en Denes y Pizzamiglio, 1999), mientras que la espacial, o superficial, tiene el procesamiento fonológico conservado, aunque la ruta léxica visual se encuentra afectada (Marshall y Newcombe, 1973, en Viñals, Vega, Alvarez-Duque, 2003).

Tomando en cuenta estos criterios, podemos darnos una idea de los procesos neuropsicológicos que se encuentran afectados y de lo que están compuestos: el lenguaje fonológico y la percepción visoespacial.

Para comenzar un trabajo terapéutico entendemos que el lenguaje fonológico está formado principalmente por:

  • Oído fonemático

  • Consciencia fonológica

  • Recodificación grafema-fonema

  • El procesamiento fonológico y de denominación.

La percepción visoespacial está compuesta por:

  • Una buena ubicación de derecha-izquierda, arriba-abajo, adelante-atrás

  • Esquema corporal

  • Propiocepción

  • Procesamiento visoespacial.

De acuerdo a los programas actuales de intervención en dislexia y a la información proporcionada, se observa que las actividades para disléxicos son dirigidos principalmente (pero no solamente) en mejorar las habilidades de reconocimiento de palabras, reconocimiento de grafemas y su correspondencia con los fonemas. También se dirigen hacia las actividades para desarrollar la consciencia fonémica, patrones articulatorios, el vocabulario visual, entre otras cosas (Defior y Serrano, 2007 en Matute, Ardilla y Rosselli, 2010).

Se ha recaudado breve información en el presente artículo, sin embargo, invitamos a todos los psicólogos, maestros y padres a indagar más sobre este trastorno, el cual se muestra todavía muy vago para muchos. De esta manera, cada quien dentro de su área (psicológica, pedagógica, familiar y/o social), pueda proporcionar distintas metas y actividades para ayudar a las personas que presentan este trastorno, los cuales muchos de estos ni siquiera reciben tratamiento por la falta de conocimiento.

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